Nuevo disco de los chilenos CRIMINAL, la banda liderada desde siempre por Anton Reisenegger (voz/guitarra) y que hiciera mucho ruido allá por los noventa (aclaro por si algún desmemoriado no los recuerda) con dos discos excelentes: Victimized (Inferno Records, 1994) y Dead Soul (Inferno Records, 1997).
Lo de CRIMINAL hoy en día es algo diferente: Metal Blade los edita por segunda vez (luego de una larga actividad bajo el ala de Massacre Records) y musicalmente se han inclinado por mixturar elementos del Thrash Metal, el Hardcore y algo (cada vez menos) de Death Metal; en contrapartida al potente Thrash/Death de la década del noventa.
Pero bueno, esto es la vida, y en ella todo el tiempo se deben tomar decisiones. Pues, el ser humano crece, se desarrolla y elige (en este caso en el mundillo de la música) como desandar los caminos de la profesión de la mejor manera posible.
El arte del álbum corrió por cuenta de Costin Chioreanu (At The Gates, Arch Enemy, Mayhem, etc.) y sinceramente, no me gusta en absoluto. Pero bueno, es eso, una cuestión de gustos en definitiva.
Una producción impecable, moderna, limpia, acompaña desde que arranca la cosa. Son casi 43 minutos donde el acento esta puesto en el “groove” y el gancho; y es por ello que cada canción golpea siempre con el machaque como protagonista y algunos cambios de ritmo acertados.
Down Driven fue el primer tema que escuche del disco, ya que este fue puesto a consideración de los fans y críticos como single del nuevo álbum. Las sensaciones fueron buenas ya que dicho tema se emparentaba con el Thrash (mucho de Sepultura en los cambios de ritmo) y en él había algunos pasajes destacados (sobre todo los riffs).
Summoning The Apocalypse, Shock Doctrine y Animals To Gods se erigieron como los preferidos del álbum, sobre todo por la contundencia, por la mixtura efectiva y la marca registrada en la voz de Anton que apuntala la cuestión casi de memoria.
El resto me suena a refrito, a más de lo mismo dentro del mismo tipo de estructura. Para que se entienda, luego de 4 ó 5 canciones parece que vamos camino a que el resto del álbum ya no sorprenda. Algo de eso pasa…
Carne Molida cierra el trabajo, en una acertada decisión de poner un tema en castellano y otra vez, finalizando con gancho y pesadez en otro pasaje para destacar.
En resumen, la vuelta de Criminal luego de cinco años de silencio parecer ser una suerte de declaración: esta es una decidida manera de interpretar a partir de ahora. Sonando pesados, claro, pero también con el gancho y efectividad que siempre tuvieron.
Gustavo Piccini