Blood Harvest, 2015
Hace mucho que no escuchaba nada nuevo de este quinteto mexicano Death Metal. Tras su recordado y por cierto, aclamado álbum debut Catacombs of the Grotesque (Asphyxiate Recordings, 2009), los integrantes de este morboso y denso acto estuvieron perdidos en el olvido, peleando con sus pesadillas y maquinando como revivir de manera gloriosa y espontánea.
Gracias al divino anticristo, regresan con este nuevo EP titulado de manera curiosa como 11°22.4’N 142°35.5’E (Nota del editor: Ya se lo preguntaremos a la banda), en donde muestran -con sólo dos cortes-, que aún tienen todas las secuelas de haberse contagiado terminalmente con ese Death Metal denso, destructivo y cruento, inspirado en viejos estandartes como Bolt Thrower o los desaparecidos Crematory (Suecia).
Abre el lado A, The Involution Of Kings, un tortuoso y abominable corte de cinco minutos que cuenta con excelentes riffs y atmósfera capaces de torcer cualquier cuello. Afortunadamente, la esencia original de la banda sigue intacta y se palpa esa hambre y demencia en cada segundo que completa este corte. La densa y espesa capa de música se transforma en un perfecto ejemplo de cómo se debe tocar este sonido; Sigue el EP por el lado B con The Elder Race, otro pecaminoso y certero golpe a la mente que culmina como uno de los mejores EPs del más mórbido Death Metal que he escuchado en varios años.
Un deber para quienes gustan de este tipo de trabajos hechos con excelencia en la materia.
Andrés Padilla