Memento Mori, 2015
En sólo tres años de vida, el nombre de PRAISE THE FLAME ha estado en el radar del underground chileno gracias a la pestilente y oscura propuesta que desataron con Profane Cult (EP 2012). Luego de eso, todo encajó rápido para este trío formado actualmente por JJ -voz y guitarra-, Druaghonik -batería- y Bskull -guitarra rítmica-; En el bajo se encarga R.Impaler pero sólo en vivo.
Hoy, PRAISE THE FLAME se soba las manos gracias a sus pocos pergaminos. No es para menos cuando ponemos oído a Manifest Rebellion, primer larga duración de este grupo que comienza a arder en nuestros tímpanos, por su vigoroso y cruento sonido, reflejando lo intrincada y cuidadosa que fue su concepción inspirada en el roñoso y particular Death Thrash sudamericano.
Por otra parte, Manifest Rebellion, sale a la luz por Memento Mori, etiqueta española que sabe muy bien por donde va la corriente del “metal muerto”. Eso deja claro “el norte” que tienen tatuado en sus frentes.
Grabado en Santiago de Chile en estudios Necrotic y masterizado en Moontower (España), los nueve sangrientos vómitos confirman lo vivo y efervescente que se palpita este género, no sólo en PRAISE THE FLAME, sino que en varios otros cultores que se dieron cuenta que la magia y eterno fuego de la muerte sigue más vivo que nunca para este tipo de manifestaciones.
El ritual comienza con Thanatognomonic, sinfonía de melodías oscuras que abre las puertas a Fire Forces Of Hate, primer ejemplo que nos advierte de la verdadera orgía que se avecina en este trabajo. Riffs venenosos y con armonías acordes a la ocasión, el caos desatado reina con todo ese hedor a muerte que tanto nos gusta. Otros temas como The Burial Urns Of Grief, Sepulchral Haze, Endless Scourge, Venomous Tyranny, o el que lleva por nombre el disco, se manifiestan libremente con una sombría y aplastante atmósfera, ejecutada con la vehemencia necesaria para hacernos convencer del hambre y voraz apetito de estos músicos. Su Death Metal suena auténtico y autóctono, con influencias de los viejos ancestros que re-pavimentaron el género como ANGELCORPSE, o con reminiscencias al viejo MORBID ANGEL.
Como ellos, varios otros actos despiadados han derrochado su talento y energía en la búsqueda de construir entidades y atmósferas complejas e intrincadas, donde tanto la música como la imagen son bien cuidadas, como así también la parte lírica, elemento fundamental para darle credibilidad a tu propuesta musical, más aún si se trata de Death Metal, estilo por cierto muy limitado en algunas cosas, pero generoso en violencia, salvajismo y despliegue tanto escénico como visual. Este arte necesita que se geste y ejecute con agresividad pero también con sabiduría y buen gusto. Sino es fácil encontrarse con material descartable o desechable, algo muy común en nuestros tiempos.
Espero que pronto pueda comprobar en vivo y en directo de qué están hechos estos PRAISE THE FLAME, ya que en estudio, te dejan más que advertido de su capacidad musical.
Andrés Padilla