Rotten Cemetery Records, 2014
Por más que uno viva dedicando gran parte de su tiempo al Metal, de vez en cuando, alguna joya llega tardíamente a tus manos, generando cuestionamientos del porqué no te enteraste antes… conflicto que se acrecienta aún más, al saber que se trata de un producto nacional.
Pero bueno, lo concreto es que este material editado por el iquiqueño (y virulento) sello Rotten Cemetery Records (también hogar de otras hordas nacionales como Cranial Implosion, Gangrenous o Pedofagia y de otras tantas extranjeras como Analepsy y Horror Paradise), data del 2014 y resulta ser el primer y al parecer único álbum, de una joven encarnación metálica, que ya estaría disuelta (Dato que aún no he podido corroborar con exactitud).
Además este álbum vendría a ser un “segundo hijo único”, engendrado por la misma fusión de varios integrantes que en el pasado dieran vida a otra excelente y desaparecida banda rancagüina de Death Metal, conocida como Ancestral, quienes en 2011 editaran -de manera independiente- otro memorable y único disco de técnico y Brutal Death Metal, de superior factura llamado Asinfonías para Cerdos.
Cuento corto: un muy similar line up, para dos excelentes -pero de corta existencia- bandas rancagüinas, que solo editaron un fabuloso álbum cada una. Curiosa y breve historia que nos ha entregado excelentes frutos.
Me bastó escuchar solo una vez el track que abre este disco –Necronomicón-, para no dejar de oírlo entero nunca más. Es de esos álbumes precisos, que duran lo que tienen que durar (27:20 Min.), y que a la primera pasada demuestran tener una gran dosis de aciertos que abundan en una seguidilla de temas que no olvidaras jamás.
Aquí, la tendencia sonora va ligada a un Death Metal Grind (como la misma banda define), de alto nivel. Excelentes composiciones, originales y variados quiebres, inmejorable sonido, matizadas vocalizaciones (que van desde un Death Metal tradicional -tipo Nile-, hasta un Brutal Death Metal muy actual (incluyendo certeramente los ya conocidos “chillidos de cerdo”), sumado todo a una perfecta ejecución y producción, dan como resultado una maravillosa placa de exquisito Death Metal con todos los elementos que uno espera de una banda de nivel mundial.
Además, en ciertos detalles se puede reconocer algo que nuestra propia escuela criolla de Death Metal ha plasmado en ellos; y lo digo no sólo porque todas sus letras sean en castellano (El Infierno de Dante, Pecados Capitales, Cacería, etc.), sino porque en ciertos parajes musicales me recuerdan algo de la mejor época de Totten Korps (por nombrar alguno).
Especial mención debo hacer del apartado sonoro… No estoy seguro si en Rancagua hay sólo un estudio o personaje que este logrando estos estándares, pero con lo logrado en el primer Lp de Diabolical Messiah (Satan Tottendemon Victory; Proselytism Records, 2010) y en los ya mencionados solitarios álbumes de Ancestral e Inhumano, se nota que alguien por allí sabe muy bien cómo debe sonar una banda de estas características: originales, dinámicos, agresivos, sólidos y mecánicamente compactos, pero sin perder esa atmósfera real tan necesaria.
Todo suma positivo en esta placa única, que lamentablemente llegó a mis dominios de manera algo tardía.
Seguidores del Brutal Death Grind, no duden ni un segundo en hacerse de una copia de este material, que nació y murió rápidamente para transformarse de inmediato, en una pieza de culto para nuestra fructífera escena nacional.
WOLFGANG DEMUTH