Formula for Anarchy
Candlelight, 2015
El cuarto disco en estudio de los nacionales NUCLEAR viene como de costumbre -y como se esperaba- con una inyección inagotable de adrenalina que se traduce en un Thrash Metal intenso, feroz, rápido y al hueso. Lleno de solos de guitarras, duplas, quiebres, coros en una energía visible y palpable al instante. Esa fórmula se la sabe de memoria este quinteto y no planea en absoluto dejarla. Al menos así lo percibo.
A diferencia de sus tres discos en estudio que lo preceden, Formula for Anarchy, aparece por primera vez bajo una etiqueta con experiencia en la materia -aunque no muy conocida por editar bandas de este género-, en un intento por NUCLEAR de abrir sus fronteras, como así también de la discográfica en ampliar sus horizontes fichando por primera vez en sus filas a una banda chilena. Seguramente es una apuesta y desafío grande tanto para la banda -por cumplir con un disco digno y merecedor de este apoyo-, tanto como para el sello, que invierte en nuevos talentos. La industria es así y no hace falta dar más detalles. ¿No?
Musicalmente, y a modo personal, creo que no hay muchas sorpresas con este trabajo. En veintiocho minutos, los diez cortes que lo completan se desatan con una lógica esperada, entregando tema tras tema un vendaval de riffs que nos siguen recordando de qué están hechos estos fieros músicos que en los últimos años, han aprendido muchísimo sobre cómo funciona este circo -algo que aún le falta a muchas bandas locales por experimentarlo-. En eso NUCLEAR lleva una ventaja sobre las nuevas generaciones y ya cuentan con varias giras hacia el viejo continente.
En términos de producción, sólo puedo darle mis felicitaciones al grupo por creer en su talento, ya que en este aspecto, el disco suena bastante “internacional”, logrando que cada instrumento fluya por su propia vía escuchándose muy claramente.
Ad portas de comenzar a recibir comentarios de la prensa europea y de regresar al viejo mundo con un disco editado y distribuido en aquel mercado, espero que las puertas se sigan abriendo para este conjunto.
Me quedo con la sensación de que NUCLEAR es una banda mucho más interesante al verla en vivo, en acción o en sus territorios que son los escenarios.
En estudio, sin ir más lejos y sin ningún ápice de generar controversia, me gustaría que la banda invirtiera el mismo tiempo y energía en encontrar un norte que logre identificarlos por sí solos, alcanzado el sueño de muchas bandas, que es tener su sonido propio, aunque cueste, pero que los defina al 100% como la verdadera «bomba nuclear» que pretenden ser.
Andrés Padilla