Century Media, 2014
A muchas bandas les pasa, y a la leyenda sueca ENTOMBED, lamentablemente le tenía que llegar la hora.
Seamos honestos y partamos por la verdad. Hace bastantes años que este quinteto había perdido su magia. Con el paso de sus discos en estudio, poco a poco se fue destiñendo y apagando la llama que se caracterizaba en sus primeros discos, trabajos que fueron fundamentales para lo que es hoy el Death Metal Sueco. Si Left Hand Path -1990- o Clandestine -1991- no son álbumes perfectos, entonces dejen de leer esto. Corta.
Claro, esa fue otra época. Adolescencia pura de una generación dorada en la socialista Suecia que supo invertir en sus ciudadanos, otorgándoles buen y libre acceso a la educación y la música, a todos los residentes de un país que con tan pocos habitantes -poco más de 9 millones-, fue capaz de torcerle la mirada a la industria, siendo la cuna de innumerables agrupaciones musicales, sobre todo las derivadas del Metal.
Con el tiempo, ENTOMBED sufrió lo peor. Heridas internas que de algún modo agotaron el engranaje pilar del grupo y por ende, miembros fundadores como Nicke Anderson -batería- y Uffe Cederlund -guitarra-, aburridos quizás del género, comenzaron a respirar y probar otros estilos. Tentados al máximo, terminaron yéndose de ENTOMBED con otros rumbos musicales.
Mientras tanto, la metamorfosis dentro del grupo, eventualmente siguió su propio camino, editándose bastante material en estudio, que lamentablemente tuvo tantos altos y bajos que terminó confundiendo y decepcionando un poco a sus fans -me incluyo-.
Hoy, del distorsionado y crudo sonido patentado en los estudios Sunlight, queda poco o nada.
La prueba estaba en sus últimos dos discos en estudio, Inferno -2003- y Serpent Saints – The Ten Amendments -2007-, ambos, trabajos muy poco reconocidos por el medio y según la misma banda, “tuvieron muy mala distribución”. Excusas que sin duda reflejan que a veces hay que echarle la culpa a alguien.
Ahora, siete años después del último disco, pasaron bastantes cosas bajo la trinchera de ENTOMBED. Las principales, la salida de Alex Hellid -guitarra- y el distanciamiento del resto de los músicos con Lars Gorav Petrov -voz-, clásico miembro del grupo que asume ahora el rol de líder y salvador de un legado que debe ser bastante pesado y grande para sus espaldas.
Back To The Front no es más que un desesperado esfuerzo por salir adelante, mostrarle los dientes al mundo y de alguna manera, tratar de sobrevivir las crisis productivas que todo músico atraviesa en su carrera alguna vez en su vida. Para sorpresa, y junto a Nico Elgstrand -guitarra-, Olle Dahlstedt -batería- y Victor Brandt -bajo-, L.G. comanda esta nueva etapa de la banda que a pesar de todo, sigue sonando a ENTOMBED por donde se le mire. El cambio de nombre, o el apodo “A.D.” se debe solamente a temas de derechos autorales por la inscripción de este.
Musicalmente el trabajo me sorprendió bastante, ya que contiene pasajes muy interesantes en sus doce tracks (versión digipack).
Intensidad, fuerza, sonido sueco a morir, y buenas dosis de riffs son los que completan este esfuerzo editado por el cuarteto.
Imagino que existe una presión dentro de los músicos que acompañan a LG. Es obvio que ellos tienen que componer y sonar como ENTOMBED. No como ellos personalmente quieran tocar.
Back to the front, como literalmente lo dice, es el regreso de una bestia que estaba dormida. Esperemos que esta bestia, sea inteligente y eficaz a la hora de sobre ponerse a las críticas y malos tiempos. Calidad y ganas siempre habrá en las bandas suecas. Pero hay etapas en la que es mejor no meterse y dejar que el tiempo arregle las cosas por su propio peso.
Bien por LG que sigue con la misma garra y actitud de antes. Ojalá que el Death Metal siga estando de su lado y le vuelva a sonreír como antes.
Andrés Padilla