Running Out Of Life
Australis Records, 2014
Hoy en día la escena chilena está en un estado permanente de ebullición. A modo de ejemplo el sábado 10 de octubre hubo cerca de cuatro eventos acá en la capital de cargados de fuerza y blasfemia. Y es tal la cantidad de bandas existentes que muchas veces sus integrantes participan en distintos proyectos y/o agrupaciones musicales. Uno de esos casos es Deathbed, quienes practican un potente Death Metal y cuyo guitarrista, Moisés Valdebenito, también hace de las suyas en los brutales Denying Nazarene. Completan la alineación Sebastian Pardo (guitars); Israel Nuñez (bass); Enzo Dañobeytia (vocals); y Luis Silva (drums).
Deathbed se formó en 2005 y ha vivido diversos cambios de integrantes a lo largo de su historia. De hecho para la grabación en 2013 de su primer álbum, la batería estuvo a cargo de David Astorga. Para bien o para mal, lo cierto es que hoy tenemos en nuestras manos, Running Out Of Life en formato CD Digipack, obviamente que a través de Australis Records. La presentación, con un diseño de arte gráfico bastante colorido, sigue posicionando a este sello discográfico con un liderazgo por sobre la media, gracias a sus trabajos de excelente calidad. Yéndonos directamente al contenido, este quinteto ejecuta su potente música con bastante influencia de la línea Thrash y del Technical Death Metal, lo cual hace de cada tema una caja de sorpresas. Como en todo disco, hay temas que se disfrutan unos más que otros, pero por sobre todo valoro la calidad y la creatividad de Running Out Of Life en su totalidad, tanto a nivel de sonido y de composiciones. El primer tema, Blood on the Cross, inicia la carga melódicamente, sin embargo la fuerza y potencia de estos compatriotas no te da respiro, pues una aceleración casi sin pausas termina por dejarte por los suelos. Excelente trabajo de cuerdas y tarros. Le sigue Burn At The Stake, el cual comienza con unos maravillosos solos de guitarra que generan una atmosfera de espanto y demencia. Composición con una estructura similar al tema precedente, pero que enfatiza los ritmos medios. Asimismo el juego de voces se hace destacar por su desenfrenada guturalidad y velocidad para acompañar las aceleraciones propias del Death Metal.
Dissilution; Fate; y Kill Everything continúan con esta interesante propuesta que nos presenta Deathbed, cuyan influencias de bandas como Death, Decapitated y en menor medida Necrophagist se corroen a lo largo de cada tema. Eso sí, da la impresión que nuestros coterráneos están en la búsqueda de un sonido propio, pues en cada composición se destacan diversos elementos que dan cuenta de un Death Metal con muchos toques técnicos y melódicos, con una amplia gama de cambios de ritmo, pesados riffs y excelentes solos de guitarra, un bajo que no se queda atrás y acertados golpes de tarros con precisos pedaleos para llevar el necesario acompañamiento a dos bombos. Todo ello sumado a un vocalista que exprime sus cuerdas vocales a lo largo del disco. Siguen los temas No One; Paralysis; Running Out of Life y Over Again (Bonus Track en la versión Digipack), para un total de 35 minutos de técnico y progresivo Death Metal.
A modo de cierre, y coherente con la búsqueda para liberarse de sus propios conjuros, les comento que Deathbed está trabajando sus nuevos temas con un sonido cargado de mayor brutalidad y enajenación. Es de esperar que logren encontrar su camino y así sobrevivan a su propio lecho de muerte.
Miguel Ferrer Vergara