Osmose Productions, 2020
Más que una review, esta es una recomendación… y peor que una recomendación, esta es mí necesidad de propagar esta plaga !!!
Proselyte Parasite Plague se yergue como el segundo larga duración (aunque solo dure un poco mas de 23 minutos), de este engendro llamado Abhomine, que tiene como génesis la mente de señor Pete Helmkamp, demonio responsable y participe de otras brillantes chacalidades como Order From Chaos, Revenge, Kerasphorous y Angel Corpse(solo por nombrar las mas “conocidas”).
Si bien, el primer Lp, Larvae Offal Swine (2016), me pareció un Angel Corpse mas precario, que no alcanzaba la magnificencia lograda en álbumes como Exterminate (1998) y The Inexorable (1999), pero que sí cumplía a cabalidad con la brutalidad necesaria y esperada; esta segunda producción me remonta al camino que dejó hace décadas, en álbumes como An Ending in Fire (1998) de su primera y recordada banda Order From Chaos (aunque también reconozco elementos estilísticos y de sonido, del álbum debut de Angel Corpse, Hammer of Gods de 1996); desarrollando un Death Metal de la vieja escuela (y agregaría, de la primera camada), en donde se pone el énfasis en certeros y potentes cambios de ritmo, tiempos medios pegajosos y brutales, apartándose de los intensos segmentos de blast-beat que tan bien quedaron plasmados en varias de sus otras bandas. Aquí el señor Helmkamp volvió a la fuente, aquella que a todos nos sigue haciendo vibrar con ese antiguo Death Metal que te atrapa desde el primer acorde, teniendo al tema que abre esta placa, Heresy Pulpit, como un ejemplo perfecto de aquello.
Son de esos álbumes que el primer track te condena a escuchar el disco hasta el final.
En general, el sonido es óptimo para este tipo de bandas, aunque me inclino a pensar, de que por decisión propia de ellos, se opta por un resultado que los aleje y diferencie del promedio actual del Death Metal (ultra pulcro y totalmente high-tech); aquí el sonido es mas bien orgánico, muy poco procesado, incluso sacrificando (a mi gusto) un mejor sonido de la guitarra.
La voz sigue siendo áspera y 100% adecuada para estas sonoridades; una suerte de híbrido entre Black y Death metal, con un fraseo pegajoso al cual ya nos tiene acostumbrados Helmkamp.
Y en esta oportunidad, en el line-up lo acompaña solo un integrante más (Pete grabó guitarra, bajo y voz), un baterista, que figura bajo el seudónimo de The Black Lourde of Crucifixion y que también colabora con algunas delirantes vociferaciones. Dentro de su currículum figura la participación en otras enajenaciones ruidosas como Crucifier, Masada, Grand Belial’s Key, etc.
La gráfica de portada (incluido el logo), que continúa con lo expuesto en su álbum debut, habla por si sola y es un claro adelanto de lo que escucharas dentro. Aquí no hay nuevas experimentaciones ni atisbos de querer reinventar nada, es puro Death/Black vieja escuela, corroido, intenso y adictivo. Un disco redondo, que es tan breve como otras grandes placas de metal, pero que basta para entregar la dosis perfecta de ruido subterráneo que nos es tan necesario. Excelente !!!
WOLFGANG DEMUTH