Personas que de forma solitaria ponen todo de sí para construir música. Esfuerzos desconocidos, inclinaciones personales, luchas diarias contra la vida y las sensaciones más profundas que salen a flote. Son varios los casos en donde un individuo en solitario plasma un trabajo musical, algunos se han convertido en leyendas del Metal, otros luchan, pero todos han debido de transitar la misma ruta. ¿Se puede solo? ¿Cómo hacerlo? ¿Será entendido el mensaje? Y lo más radical, ¿por qué solo?
Sociología, filosofía e historia permitirían responder, en parte, estas interrogantes, sin embargo, cuando la música habla, lo hace con fuerza y claridad. Es así como se puede entender la discografía de Dakhma, una oscura agrupación Suiza.
Con un sonido crudo, sucio y apagado, la entrega se vuelve difícil de interiorizar. A pesar de tratarse de un esfuerzo personal, le juega en contra la falta de resolución y nitidez. Pero, si la idea era sonar así, felicitaciones.
Editado en diciembre del año pasado, los poco más de 25 minutos de duración pueden poner a prueba a los cultores del metal. ¿Es suficiente con una buena idea y la ausencia de un sonido decente? Hemos escuchado ejemplos de agrupaciones que con conciencia trabajan una forma de música “desastrosa”. Cercana a la carencia completa de profesionalismo, se trata de una muestra de personalidad y cercanía con una esencia oscura, meditada y personal. Sin embargo, algunas veces esto juega en contra. Es un arma de doble filo: te gusta o lo odias. Definitivamente la decisión queda en manos de los oyentes. Personalmente hubiera deseado un poco de claridad y claridad.
Cada uno puede tomar la responsabilidad de enjuiciar. Personalmente doy un paso al costado.
Felipe Reyes