Seguramente el nombre de HOMICIDE está en la retina de muchos metaleros nacionales que frecuentemente van a conciertos de bandas locales o que se dedican a comprar material nacional. En su larga trayectoria, este acto Santiaguino las ha visto todas y en post de mantener el nombre del grupo siempre mirando hacia delante, Marcelo “Power”, baterista y fundador del grupo, ha sido lo suficientemente porfiado y constante para asegurarse de que de tanto en tanto, esta banda que tanto añora, sepa rugir al ritmo del Death Metal clásico, inspirado por las viejas leyendas americanas del género.
Hablamos con Marcelo con la finalidad de saber qué ha sido de la banda en todos estos años, y de lo que traman para los próximos meses.
Por Andrés Padilla
Primero, es un placer poder darles un espacio que para nosotros, consideramos era una deuda con ustedes.
Pero dicen, que más vale tarde que nunca.
Así dicen, para mí siempre será un agrado aparecer en esta páginas
Creo que hay mucho de qué hablar. Partamos por lo que más nos importa. ¿Quiénes forman actualmente la banda?
Actualmente están Raul Smirnov en bajo y coros (ex Lluvia Acida); Alejandro Ruiz en voz (ex Twilight Mist/ex Perpetuum); Patricio Diaz en guitarra (ex Demonios); Gabriel Pincheira en guitarra (Al infierno); y Marcelo Power en batería (To Kill/Apocalypse Rising)
Sabemos que eres el único miembro original de HOMICIDE. ¿Cómo podrías explicar el constante ir y venir de músicos? ¿A qué se han debido todos estos cambios?
Básicamente a prioridades. Sé que soy una persona exigente y llega un momento en que si no estás conmigo a la par es mejor que abandones la banda, por supuesto siempre conversándolo y que esta persona esté consiente que ya no está sumando a la banda, y que es mejor que dé un paso al lado. Nadie se ha ido en mala onda jamás de HOMICIDE… Y creo sólo una vez he tenido que expulsar a un integrante en términos no tan gratos. Siento mucho cariño y respeto por quienes han sido parte de HOMICIDE. Muchos son grandes amigos hasta el día de hoy, de hecho varios que se han ido han vuelto, y eso es porque cuando hablas con franqueza, las puertas siempre quedan abiertas. En resumen, te puedo decir que ya me he acostumbrado a esta dinámica. Y no me cierro a que también haya cambios futuros. En realidad nunca ha dependido de mí.
Musicalmente, ¿cómo han afectado estos cambios de alineación? ¿Qué tanto difiere el actual HOMICIDE con el clásico sonido de la banda, ese que se escribió en la historia con Time of Destruction (Demo 1990)?
Siempre que he tenido que cambiar integrantes procuro de que el cambio sume, o sea trato que el reemplazo sea mejor. Tanto como instrumentista y en su participación. Por supuesto cada persona ha influido en el sonido de HOMICIDE, pero siempre y al final soy yo el director de orquesta -por decirlo así- y el mayor compositor de toda la música. Es como ser el mismo Chef que va preparando el mismo plato pero cada vez con mejores ingredientes, que te sabe mejor, pero “sin perder el toque de la abuela”.
Por supuesto que en la época de Time of Destruction habían otras influencias, algo de magia y fantasía infantil que por supuesto te da un gran empuje a la hora de hacer cosas con los mínimos recursos. Mi participación en las composiciones era bastante menor, ya que HOMICIDE tocaba un Death Metal bastante sucio y satánico. Claro, no era lo mío exactamente.
Tratábamos de hacer lo mejor, estábamos aprendiendo a tocar a la vez de estar en una banda, eso inflaba nuestros corazones, creo ese motor en mí nunca se apagó y me motivó a seguir y a entusiasmar a otros a sumarse.
Actualmente Time of Destruction es considerado un Demo precursor del Black Metal en Chile y es apreciado mucho fuera del país. Por supuesto, esto es algo así como una extraña pero grata casualidad después de todo.
¿Cómo recuerdas los primeros días/años de la banda? Los objetivos, metas, sueños. ¿Cómo los comparas con el actual momento en que viven?
En Quilicura, un pueblo o pequeña ciudad muy rural para la época, éramos bichos muy raros, éramos la única banda y los únicos que hacían música que no fuera rancheras o cosas folclóricas, eso te hacia especial. Creo hasta disfrutábamos de ser mirados con temor o con recelo. Las detenciones por sospecha donde nunca nos encontraban ni chicles porque al final de todo éramos cabros buenos, tú sabes, otras épocas y crianza. Los recuerdo con mucho cariño. Me veo a mi mismo como a un hijo. Tocamos cinco veces en la Sala Lautaro y siempre venirse caminando hasta Quilicura era una aventura con los instrumentos al hombro pero nunca nos quejamos. La mayoría salíamos sin permiso, pero así era esto. Nuestra música no era algo que padres tan tradicionalistas apoyaran. Imagina yo soy originalmente de Curacavi, un tipo totalmente huaso. Actualmente ya viejo reposado.
Mi principal preocupación y motivación es hacer buenos álbumes, que sean distintos unos de otro, que las metas se cumplan cada vez que tomo la guitarra para escribir algo. Me exijo más y claro, cada vez es más difícil porque han pasado tantos años que sin querer puedes sonar muy autorreferente o salirte del tiesto, entonces cuido mucho que eso no pase, o que si sale algo medio distinto, adecuarlo al sonido HOMICIDE… Por ejemplo me costó mucho ceder a que usáramos siete cuerdas, pero creo que tampoco me puedo quedar pegado en el pasado, nunca he pretendido depender de lo que hicimos originalmente. Eso sería triste.
Hace poco, el sello sureño Melipulli re-editó el disco The Ascension. ¿De qué se trató todo esto? ¿Hay diferencias con la edición original?
La versión original era un EP que tenía sólo cinco canciones. Siempre que alguien se interesa en reeditar material de HOMICIDE me siento en la obligación de agregarle algo más, aunque sea rediseñar lo gráfico -a la vez así se hace más atractivo para quienes ya lo tenían-, así que se me ocurrió tributar los viejos estandartes que dieron la base al grupo. Ahora es un Lp que consta de diez canciones, lo que me parece más atractivo aun.
HOMICIDE es una de las pocas bandas nacionales que no ha dejado de existir y que pertenece a la segunda generación de bandas dentro del Metal. ¿Cómo resumirías esta larga trayectoria de altos y bajos?
La verdad hemos tenidos periodos difíciles. Pero todos fueron al comienzo. Ni siquiera han sido periodos bajos. Eso sería ser malagradecido. Tocamos mucho. Siempre ha sido así, ocho a diez veces por año -en la medida que las tocatas han sido buenas o cumplen con nuestra ficha técnica-. Creo eso no es malo. Puedo reconocer que seamos una banda Underground a pesar de los años y que tenemos álbumes bien evaluados por medios mundiales. Mira hace un año me encontré con cierto personaje y amigo de una banda muy conocida y popular también de la vieja escuela. Él me decía que le había gustado mucho, no recuerdo cual de nuestros álbumes, pero que siempre estaríamos ahí. Porque a nosotros nos gustaba tocar con bandas de tercera división. Futbolísticamente hablando creo eso es algo despectivo hacia las bandas nuevas. Que debíamos estar en las grandes ligas, etc., pero sabes eso es algo que no es de mi preocupación, si sólo aceptara tocar cuando hemos teloneado bandas de afuera. O cuando vamos con Atomic Aggressor o Torturer, tocaríamos tres veces al año. Y si bien lo he dicho anteriormente que tampoco es mi prioridad tocar. Por el hecho que la concurrencia a las tocatas chilenas es bastante escaso, tampoco me creo de la elite de la Lautaro. Tocar ocho a diez veces por año creo que es un buen record, quizá menos que antes. Pero también tratamos de administrar el tiempo que nos queda para la banda en poder siempre estar generando material nuevo. Hemos sobrevivido a tendencias y modas que tiñeron a muchos contemporáneos a nosotros como el auge de Pantera y Machine Head que se comió a muchas buenas bandas de Death Metal chileno. Al auge del Heavy Metal. A la explosión del Thrash, y ahora a esta corriente de nostalgia por lo antiguo o de precaria calidad. Algunas bandas han vuelto para seguir mostrando lo mismo que hacían en los 80’s y les resulta. Yo no podría hacer eso. Porque si he estado 27 años tocando debo mostrar evolución. Y esa ha sido nuestra fórmula para trascender en los años.
Técnicamente el grupo tiene tres discos de larga duración editados y lanzados oficialmente. Si sumamos The Sosh Guar y Tyranus serían cinco trabajos. ¿Cómo pondrías definir cada uno de estos discos en pocas palabras? Sus falencias y sobre todo, puntos altos de cada uno?
En realidad no hay mucha información de HOMICIDE en las redes, de cierta forma somos como los Anvil chilenos, hahaha, ya que la gente cree que sólo lo que hay en Youtube. Este 2016 deberíamos estar lanzando nuestro séptimo álbum, sin nombrar de la cantidad de Demos, Promos, Advances, Rehearsals que hay entre los años ‘88 y ’00. Ya desde el año ‘04 contamos con sala de ensayo propia y estudio de grabación propio también, por supuesto esto ha ayudado a que podamos estar grabando año por medio y a que todos en la banda componen. Partí como bajista en la banda desde el ‘88 al ’91, después hasta el día de hoy soy el baterista, en el mismo año ‘91 fue cuando me di cuenta que si no aprendía a tocar guitarra jamás podría componer mi propia música. Y siempre estaría ligado a tocar sobre las canciones de los demás. Fue gracias a ese esfuerzo que la gente sabe que compongo un 80% de la música de HOMICIDE y que sí puedo dar continuidad musical a esta banda nacida en el ‘88. Por supuesto, y en la medida que han aparecido mejores músicos, he ido cediendo espacio en composiciones a los demás.
¿Cuéntanos cómo se logró materializar The Sosh Guar, registro que Denis Muñoz -SOLSTICE (USA)- metió manos para mejorarlo. Entiendo que este material no ha sido editado aún por ningún sello. ¿Cuéntanos el por qué?
Un día vi un anuncio de Alex Marquez, tú sabes, la gran leyenda del Thrash y Death Metal de los 90’s: Solstice, un baterista fenomenal que es mi gran influencia. Él buscaba músicos para desarrollar un proyecto y dejó su mail. Le escribí un mail para saludarlo, me dio paja escribirlo en inglés, y dije algo de español hablara este hue’on (hahaha). Meses después me contestó en un perfecto español, ya que él es norteamericano de padres cubanos. Nos pusimos a conversar y logramos una gran amistad. Le encantó HOMICIDE, y terminé siendo músico para su banda Apocalypse Rising. Sacamos un MCD de tres canciones en el año 2009 donde Alex cantaba y tocaba batería, Dennis Muñoz también de Solstice en guitarra y yo el bajo. Para mí fue un sueño. Alex me presentó a Dennis que da la casualidad que es chileno, así que ahí comenzó una gran amistad que incluso mantengo con la familia de Dennis. Siempre compartimos maquetas de las canciones nuevas tanto de HOMICIDE como de Solstice. Nos damos opiniones etc. Fue así como cuando mesclé el álbum The Sosh Guar de HOMICIDE. Dennis me dijo que él podría mejorarlo en el estudio donde trabaja y que es copropietario, así que “cuento corto”: hizo la mezcla y la masterización. Obviamente lo trabajamos en conjunto… Todo via chat.
Lo de los sellos para mi es todo un tema, ya que encuentro que no me dan la cantidad de CDs que yo quisiera o se demoran demasiado en lanzarlos, por eso siempre he trabajado por mi cuenta. Claro, debo aclarar que varios de los álbumes de HOMICIDE han sido re-editados por sellos, claro en una re edición ya soy menos quisquilloso. Por ejemplo, en la re-edición de nuestro álbum 2006, Alex Márquez grabó las baterías de Coronation of our Domain, canción que va de bonus track en el álbum. Eso también fue muy genial y la cantó Marcelo Ortiz de Denying Nazarene, nuestro antiguo vocalista. Dennis hizo los solos para una de nuestras canciones de nuestro álbum 2008. Así que estamos en los descuentos para re editar The Sosh Guar en formato Digipack con un arte muy bonito e interesante. Todo auto-gestionado.
El nombre The Sosh Guar es bastante particular. ¿Podrías explicarnos de qué se trata el título y sobre todo el contenido general de esas letras?
El título significa “el único camino” está en Selknam (también conocido como el lenguaje de los Onas, de la Patagonia chilena). Las canciones de este álbum abarcan eso, historias antiguas de Onas, sus dioses, creencias etc. También algunos cuentos contados por las abuelas de la Patagonia, que por cierto fue muy entretenido. Los rituales mágicos, su conexión con la tierra, etc. Sólo como dato negativo, te puedo decir que me llamó mucho la atención la poca información que hay al respecto en textos chilenos. La gran mayoría de la información la saqué leyendo textos argentinos. Había una deuda con ellos. Siempre se habla de Los Mapuches casi como única raza, pero había otras culturas más interesantes y más ocultas. Fue genial. Quedó mucho material a nivel letras casi como para hacer otro álbum con ese concepto.
¿En qué está el grupo en estos momentos? Entiendo que hay un nuevo material en camino. ¿De qué se trata todo lo que viene bajo Tyranus?
Actualmente estamos terminando la séptima canción -de nueve que llevará-. Tenemos algunas ofertas de varios sellos que quieren escuchar por lo menos una maqueta del álbum. La más importante es de Tim Fredenburg, a quien conocí por medio de Lee Harrison de Monstrosity, ellos son los dueños de Conquest Records. Seria genial trabajar con ellos. Veremos qué pasa. Este también será un álbum conceptual que hablará sobre los tiranos que han existido en la historia del mundo. Por supuesto no los conocidos, eso sería aburrido. Siempre es bueno leer, estudiar y brindar cosas nuevas e interesantes.
Líricamente ¿Cuál ha sido el hilo conductor del grupo? ¿Cuál es la creencia o postura de la banda respecto a lo que está pasando hoy en día en nuestro país?
En un principio bueno tu sabes, era todo sobre “violencia anticristianismo y satanismo todo muy básico”, traducido con el diccionario. Maldad, quizá algo de ocultismo básico. Bueno con el tiempo, cuando tuve que escribir las letras, traté de que tuvieran contenido, abarcando temáticas como los efectos de las drogas duras, el fin del mundo, asesinatos crueles de la vida real que pasaban en el mundo, un poco de gore, etc. No había una temática general, pero sí, siempre traté de que fueran violentas y que las letras rimaran. Eso producía un efecto fantástico. Después en el año ’97 me enfoqué en cosas como experimentos con animales y humanos, fenómenos climatológicos que producían destrucción. Todo muy violento. Líricamente siempre con muerte y destrucción, y ya en el año 2000 en adelante tratamos de enfocarnos en conceptos. Todo fue tomando orden, tratamos, o más bien traté, de abarcar cosas que pasaban en el mundo. Nunca me gustó enfocarme en lo que pasaba en Chile. Creo que muchas bandas ya se encargaban de eso. Con Accepted Pleasingly (2006) empezamos a hablar de homicidios en general, casos sin resolver o de asesinos seriales, etc. Después en el 2008 un álbum totalmente anticristiano pero no satánico, mucha critica dura a la iglesia y sus seguidores. En el 2010 abarcamos la ingeniería de tortura, el ingenio de crear maquinarias de sufrimiento. Fue aquí cuando tuve mi primer desacuerdo con quien reseñó nuestro álbum para Grinder cuando dijo: “otro álbum que habla de la inquisición… Se nota que las bandas se van quedando sin ideas para crear sus letras”. Y eso que no habíamos enviado las letras de las canciones, sino que se guio por los títulos. En fin, cosas que pasan. El 2012 en The Asention, sólo quisimos rendirnos tributos a nosotros mismos y a las bandas que nos inspiraron a crear la nuestra. En el 2014 abarcamos la temática Ona (Selknam) su magia, mística, cultura, rituales, demonios, etc. Fue muy entretenido interiorizarse en ello para crear las letras y ahora ya estoy estudiando la próxima temática que será la tiranía, abarcada en todos sus aspectos, tanto como en personajes de la historia, no los más conocidos. Eso sería aburrido, y también de manera psicológica, la manipulación mental. Nuestros miedos y fantasmas creados por el subconsciente que dominan nuestras vidas, etc. En fin, tanto la música como las letras, espero brinden un escape a todo lo que pasa en el país y en el mundo.
¿Cuál es tu relación con la escena nacional? ¿Qué opinión te merece?
Siempre he pensado que la palabra ESCENA actualmente tiene otro significado, y que casi apunta sólo a las bandas o quizá también a los bangers. Tu sabes bien que antes escena la hacíamos todos, músicos, seguidores, periodistas, estampadores de poleras, organizadores de tocatas, etc. En realidad hay veces que la amo y es cuando la gente va a las tocatas. Llenan locales, la producción de tocatas son buenas o vamos a regiones y recibimos el cariño de la gente. Otras veces me carga y aburre enormemente cuando la gente no va a los shows, no entra a ver a los teloneros, no compra o no se interesa por las nuevas bandas. O cuando existe casi un odio a las bandas santiaguinas por los new true, amantes sólo de lo que sus ciudades les dan. Me carga cuando las bandas piden que se les apoye, cuando ellos mismo no compran material ni van a tocatas. Me carga cuando siempre se repiten los mismos en los teloneos. También la gran mentira de las bandas que pagan por tocar en shows grandes y después dicen que fueron invitados gracias a un gran desempeño, con el deseo de aparentar, cuando todos sabemos que muchas bandas “canapés” son bastante de nivel medio bajo, pero ahí las veras siempre.
En estos casi treinta años de actividad. ¿Cuáles han sido los momentos más gratificantes que has tenido como músico? Al mismo tiempo, ¿cuáles han sido los más difíciles?
Como músico y a nivel personal a lo largo de todos estos años y en manera gradual, las satisfacciones se han ido dando, por ejemplo cuando empiezan a reconocer tu trabajo, empiezan a haber buenos reviews. El logo de HOMICIDE empezó a subir en los afiches poco a poco y así hasta ser cabeza de cartel. Ha sido todo un proceso muy satisfactorio, el reconocimiento de gente de tan lejos o de otros países. Cuando la gente empieza a pedir las canciones por su nombre o a gritar los coros o sientes la presión cuando los álbumes se van demorando en salir. Eso es muy gratificante. También cuando llegó la globalización del internet y mucha de la gente que he admirado durante toda mi vida son grandes amigos actualmente. Quien diría que Rick Rozz estaría tirando a HOMICIDE en su programa de radio Metal Messiah, o que terminaría creando un proyecto con Alex y Dennis de Solstice, o recomendado a sellos o programas de radio por Mike ex Suffocation, o incluido como baterista en una banda donde participan gente de Sinister. Cuando teloneamos a Monstrosity, Lee Harrison se ganó el apelativo de “gringo de mierda”, porque cortó los show de todas las bandas que venían antes, a cuatro o cinco canciones con suerte. Nosotros veníamos antes que ellos, más encima tocamos la canción Pull The Strings donde a propósito tocamos un riff de Monstrosity a modo de homenaje. Yo pensé “a este hue’on o le agrada o nos demanda” Cuento corto, mí batería estaba armada muy a la orilla del escenario para no estorbar con los equipos de Monstrosity, y cuando vino esa parte, sentí palmetazos en una pierna. Ahí estaba Lee con su mejor sonrisa y pudimos hacer el show. Al terminar fue un gran abrazo. Lo que derivó en reuniones con Conquest Music. Todo eso es como un sueño para mí. Cuando te miran como un igual, no como al fans típico y te dicen “wow man, your band is fucking killer!” Ustedes necesitan ir a Europa! Incluso tener acceso a las primeras mezclas de álbumes de bandas muy famosas para preguntar qué pienso o maquetas de canciones nuevas. Yo soy un agradecido de todo lo que me ha pasado, de lo malo también, de los momentos de frustración cuando no encontraba músicos buenos, o con el compromiso que yo quería siempre harto de “arrear un ganado”, en vez de ir a la par trabajando conmigo. Y ojo ese es un mal de todas las bandas chilenas. Afortunadamente con el tiempo, si haces un buen trabajo siempre habrá alguien que quiera ser parte de tu banda. Al principio era la falta de recursos, pero tal vez como a todas las bandas de la época le pasaba lo mismo, te resignabas a eso. Siempre trato de recolectar lo mejor.
¿Cuál ha sido el aporte de HOMICIDE dentro de la escena chilena?Básicamente decirle al mundo que no existe el Death Metal chileno. Me refiero al sonido. Mucho de nuestros reviews comienzan con un “pensamos que era otra banda más que parecería a Incantation, Immolation o Nile”, entonces aparece HOMICIDE que te brinda las raíces del viejo Death Metal americano pero con cucharadas de otros elementos llevados a un paso más adelante. Creo que otras bandas como Recrucide, Cerberus, Inanna, Dethroner, etc. hacen lo mismo. O sea son una chance distinta. No sé si mejor o peor pero hay más personalidad en su música.
También te puedo decir que en 27 años jamás hemos cobrado un peso por tocar. Todos nuestros CD’s y poleras y todo el merchandising es a precio costo. Nosotros no vivimos de esto, así que no es nuestro motor el recibir dinero, claro, tampoco perderlo. Por supuesto hay gente que se aprovecha de esto y dice “quiero tener en nuestro festival a tres leyendas de la Sala Lautaro: Atomic Aggressor, Death Yell y Homicide. A Atomic y Death Yell les pagamos los pasajes en avión y a HOMICIDE la mitad de los pasajes en bus. JeJeJe! me pregunto ¿por qué?
Siempre he pensado que HOMICIDE no es una banda que aparece en muchos carteles de conciertos. ¿Cuál es el motivo?
Bueno nosotros tocamos casi todos los meses, a no ser que estemos componiendo nuevo material. Ahora claro estamos un poco más selectivos con las tocatas, pero aun así tocamos harto. Claro, quizás no estemos en las tocatas más grandes ni las más publicitadas. No soy del tipo que hace amigos para conseguir cosas, ni menos sobador de espaldas. Muchas veces organizamos nosotros mismos los shows. Nos movemos en el Underground. Siempre ha sido así.
Hay una buena cantidad de demos editados por ustedes. ¿Planes de plasmar todo eso en un registro que los agrupe a todos?
Eso sería una buena idea. Y siempre nos han insistido en eso. Sobre todo con lo de los 25 años de Time Of Destrucction, pero en la medida que los sellos nos den migajas por realizarlo… Eso no pasara porque prefiero invertir mi dinero en el futuro de HOMICIDE. Si alguien aparece con una buena propuesta podríamos llegar a un acuerdo de cofinanciamiento, pero no cedería un CD recopilatorio para que me den 100 copias. Las vendería en un mes…y después, ¿qué hago? pero sí es una buena idea por moda… O por nostalgia. La gente está mirando al pasado, creo eso es bueno, siempre estamos en conversaciones. Un vinilo me llama la atención, no así los tapes.
¿Cuáles son los planes al corto plazo del grupo?
Estamos ya terminando la séptima canción -de nueve- que contendrá Tyranus, nuestro álbum 2016. Estoy desde ya empezando a negociarlo. Para que entre que esté listo y salga a la venta no pase mucho. Estoy trabajando la portada y pronto será entregada al ilustrador. Leyendo mucho para crear letras interesantes. Y también hacer por lo menos un par de shows en el verano… Antes de marzo retomar el ritmo constante de presentaciones… Quizá volver a viajar harto. Y no descartar ninguna buena oferta. Sea de lo que sea. Todo suma. Solo te diré que hay HOMICIDE para rato. A pesar de mis achaques de viejo. Seguimos adelante con el mismo ímpetu.
Palabras finales para los lectores de Grinder
No hay plazo que no se cumpla… Por fin veremos a HOMICIDE en Grinder Magazine así que muchas gracias Andrés por darnos una mano. Sé que mucha gente leerá esto y generará interés en la banda y eso es invaluable para nosotros. A ellos les digo que siempre estaremos ahí, sin vender nuestro sonido, tratando de que los viejos seguidores aún nos sigan y los nuevos se interesen en lo que hicimos años atrás.
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