ATMF, 2015
Lo hemos repetido en varias oportunidades. La escena nacional brilla por sí sola con una luz que guía inteligentemente al pestilente batallón que forma el Underground, logrando efectivamente la germinación y procreación de trabajos dignos y profesionales, a la altura de cualquier banda internacional. Esto es lo que percibimos cuando escuchamos lo nuevo de ANIMUS MORTIS, titulado Testimonia, trabajo que en una elegante y sombría propuesta, se completa por siete manuscritos dignos de análisis y oídos refinados.
Al tratarse de un acto Black Metal nos estamos refiriendo a un género que, como sabemos, ha evolucionado bastante desde su concepción a inicios de los ’90, cuando se logró masificar en Escandinavia logrando atraer la atención de toda la escena.
Compuesto de manera meticulosa y con numerosos arreglos que generan atmósferas muy bien logradas, este trabajo aplasta cualquier antecedente similar dentro de la región en la materia. No se trata de un Black Metal estridente con esas guitarras irritantes y filosas que abruman a cualquier bestia, sino por el contrario, el cuidado manejo de arreglos y melodías lo hace convertirse en un misterioso acto que atrapará hasta los más incrédulos seguidores del género. Incluso con insertos de Death Metal y vocalizaciones muy dinámicas, la temperatura constante de Testimonia logra encender la llama del fuego y así iluminar el oscuro sendero del caos y la destrucción.
Tratar de hacer un paralelo, podría ser algo complejo, ya que Animus Mortis supo como entrelazar sus emociones y visiones en un sonido bastante propio y particular. Los franceses Deathspell Omega podrían encajar en este ortodoxo y brillante viaje que nos entrega este acto que promete seguir manifestándose fría y cautelosamente.
No hay mejor aventura en la música que descubrir nuevos rugidos, nuevas terapias para nuestra mente. Testimonia es un disco capaz de lograr eso y mucho más.
Andrés Padilla