Xtreem Music, 2014
Cuando pienso en los colombianos MASACRE, mi memoria inmediatamente se remonta a fines de los ’80 cuando la escena Death Metal comenzaba a tomar forma en todos los rincones del planeta. No hay que ser muy inteligente para reconocer que esos -junto a los primeros años ’90- fueron los tiempos más fértiles de este género que a pesar de todo, ha sabido reinventarse dentro de su nutrida y a la vez saturada escena.
En fin, MASACRE es una de las pocas agrupaciones cafeteras que ha mantenido su estirpe y energía intacta. Más allá de si mantienen su fértil estética, el grupo merece todo el reconocimiento por su inagotable constancia.
Si tenemos que comparar Brutal Aggre666ion con los primeros discos de este grupo, como por ejemplo el clásico Reqviem (Osmose, 1990) hay un abismo -literalmente- que nos separa de ambos extremos. Del antiguo legado va quedando poco, ya que hoy nos encontramos con un disco que suena sumamente diferente a lo que acostumbramos a escuchar. Mezclado por el inigualable Erik Rutan y sonando, como podrían imaginarse, con algunos aires a los mejores pasajes de MORBID ANGEL o MONSTROSITY, este actual quinteto no se avergüenza para nada en enrostrarnos su mejor arsenal, que para ser francos, suena sumamente aplastante y “americanizada”. Pues, era obvio si la experticia de Mr. Ruttan es “irse a la segura”.
Mezclando letras en español e inglés, este registro aparece como uno de los mejores resultados de una generación negada a extinguirse, y con un sólo propósito sino otro que escupirnos los himnos más sangrientos en contra de la actual barbarie en la que nos encontramos.
Disco recomendado para quienes aseguran apoyar el Metal Sudamericano. No sería malo, ver a esta banda en nuestras tierras (si no me equivoco, ya visitaron una vez Chile -Por favor, refrésquenme la memoria-).
Larga vida al Death Metal sudamericano.
Andrés Padilla