F. D. A. Rekotz, 2014
Un nuevo acto endemoniado, cargado de lúgubres atmósferas, e interesantes bases musicales que entremezclan diversos estilos, nos ofrece el sello alemán F. D. A. Rekotz. Y si bien CHAPEL OF DISEASE nos presenta como una banda Death Metal, su sonido se sitúa en un renovado aire de muerte y oscuridad, entrelazando un profano relato musical que va desde lo más sombrío del Black Metal hasta los orígenes del Heavy Metal y el Hard Rock, constituyendo así un objeto extremadamente atractivo de escuchar.
Recordemos que su primer álbum, Summoning Black Gods (F. D. A. Rekotz, 2014) generó buenas críticas con su chacal Death Metal Old School muy inspirado en bandas como Asphyx y Pestilence. En dicha producción ya insinuaban además la exploración en otros estilos musicales, pero definitivamente con The Mysterious Ways Of Repetitive Art el salto cualitativo es gigante.
Los responsables de dar vida a este gran álbum son Laurent T. (vocals/guitars); Cedric T. (guitars); Christian K. (bass) y David D. (drums), quienes dejaron el alma durante su grabación y mezcla en The Underworld Studios, cuya masterización se realizó en Midas’in Kulakligi Studios de Ankara (Turquía).
Y algo tendrán las locaciones descritas, porque The Mysterious Ways Of Repetitive Art sorprende desde un comienzo con su espectacular sonido y pesadísimos riffs cargados de plomo, que por momentos suenan Doom, y en otros Thrash, y como lo demuestra el instrumental que da partida al disco, con solos de guitarra que rondan la sicodelia de los ‘70. Creo que el gran atractivo de Chapel Of Disease es la exploración constante de sonidos y estructuras complejas, que hacen de cada tema una especie de enciclopedia musical. Los quiebres y cambios de ritmo a lo largo composición reafirman lo anterior, como también el hecho de que en promedio los temas bordean los seis minutos de duración. Ejemplo de ello es The Dreaming Of The Flame, cuyo inicio totalmente Black Metal transita por atmósferas muy de la mano del Hard Rock -pero todo muy denso-, relevando alegorías Doom Metal que prontamente pasan al Death Metal. Y respecto a este último estilo, Masquerade In Red comienza con la fuerza y brutalidad del metal de la muerte directamente a la vena. Con malditos y siniestros riffs que se acompañan de melódicos solos de guitarra. Asimismo, la carrasposa vocalización favorece la sensación de trastorno y perversión.
Uno de mis temas favoritos es Lord Of All Death, cuyos solos de guitarra finales están cargados de un frenético estilo Hard Rock que otorga a esta composición de más de ocho minutos un final esplendoroso, tal como el comienzo de Symbolic Realms, cuyas guitarras recuerdan a Black Sabbath. Batería y bajo también son un excelente aporte a la configuración de este excelente tema.
Creo que ya no hay nada más que decir. Sólo que es tu deber escuchar este álbum. Te podrán gustar o no, pero lo cierto es que dentro de una oferta tan saturada de sonidos brutales, Chapel Of Disease resalta por su creatividad y tecnicismo.
Miguel Ferrer Vergara