SADISM
SPECTRAL
TROMEN
ZERO TOLERANCE
Quillota, 18 de Octubre 2014
Textos por Eduardo Saavedra
Fotos por César Fernández
Sadism está realizando una serie de presentaciones en el país para apoyar su nuevo disco The Ocularis Domination, el cual ha marcado un retorno a los sonidos más clásicos y menos rebuscados. Esta vez fue el turno de la ciudad de Quillota.
Con un retraso de una hora se suben al escenario los muchachos de Zero Tolerance. Ellos ejecutan un metal más moderno con partes que pueden sonar un poco más Death Metal y otras más Rock. Demostraron bastante solidez en su propuesta y tienen un vocalista que matiza muy bien varios tipos de voz. Tocaron varios temas de su primera producción llamada Abismal. Si bien el sonido empezó un poco débil este fue mejorando durante la presentación, pero sin llegar a un óptimo. Algo lograron motivar a los pocos asistentes que estaban a esa hora en el Waikiri Club.
Luego llegó el turno de los thrasheros de Tromen los cuales en una oportunidad anterior me dejaron muy buena impresión. Sin embargo, en esta ocasión se notaron quizás un poco nerviosos ya que fue una presentación un poco distante al desorden que realizaron la vez anterior. Ahora creo que fueron la banda que mejor sonó ese día. Esperaba más de su show. Pero igual su Thrash Metal logró motivar un poco más a los cincuenta asistentes que ya estaban en el local.
Se suben a escena los Spectral que eran la banda local y organizadora del evento. Ellos sacaron un Demo el cual ha sido del agrado de varios bangers. La banda tiene un par de noveles guitarristas que tocan sobre el promedio y eso se nota, pero atentó contra ellos la falta de peso al sonido de las guitarras. De todas maneras se logró apreciar un buen show donde ejecutaron los temas de Predestined Infinity y motivó los primeros mosh de la jornada.
Finalmente se nos viene el cabeza de cartel. Luego de una espera algo prolongada Sadism comienza su set list priorizando los temas de The Ocularis Domination. Demostrando una correcta ejecución y un sonido aceptable, los bangers comienzan a disfrutar del show. Los temas nuevos gozan de una mayor aceptación. El acercamiento a un registro como Tribulated Bells ha logrado ser efectivo. Lo que no me gustó fue que la banda tocó prácticamente parada. El único que realmente mostró una verdadera puesta en escena fue el bajista. Quizás la poca cantidad de gente desmotivó en parte a la banda ya que no se superó el centenar de asistentes. En cierta medida el show pasó por un letargo el cual solamente logró reactivarse cuando ya se vinieron los clásicos como From the Perpetual Dark y Perdition of Souls.
Ha esperar que la gente apoye más estas iniciativas para que se sigan realizando eventos en la Quinta Región interior.