
No todos los días nos topamos con bandas Death Metal nacionales capaces de mostrar una potencia y solides tan natural como lo hace Thy Serpent’s Cult con su nuevo y esperado disco en estudio, Sedition, Sorcery & Blasphemy, que acaba de editarse en formato CD por la etiqueta italiana Ordo MCM. El trabajo viene a ser el más reciente esfuerzo hecho por este poderoso cuarteto de Santiago y con raíces en Talcahuano y Concepción. Es precisamente en esta última ciudad sureña de Chile donde celebraron el pasado 30 de Agosto, nada menos que el lanzamiento de este trabajo. La fiesta incluyó con invitados de lujo como Necrodemon y Black Moon, por nombrar sólo algunos.
Junto a temas contingentes de la escena local, como así también referentes a este excelente registro, el vocalista y fundador, Hatred, nos revela los pormenores de este nuevo registro y los planes y pasos a seguir que tiene pronosticado hacer la banda.
Por Andrés Padilla
Escucha The Coven Of Horrors
Un placer hablar con una persona que ha estado en la escena desde fines de los ochenta y que no ha abandonado su postura y estilo.
Antes de entrar a hablar de la banda, cuéntanos tus orígenes. Entiendo que eres de Talcahuano. ¿Cómo llegaste a este movimiento? ¿Cuáles eran tus redes en aquellos años?
Hola Andrés, para nosotros es un gran honor esta oportunidad que nos da Grinder.
Los orígenes son de la devastada y abandonada ciudad de Talcahuano, que además de ser un puerto es una zona naval. A fines de los ‘80 principios de los ‘90 tener el pelo largo era considerado ser o maricon o comunista, por lo cual el ambiente social era bastante hostil con los bangers. Llegué a introducirme en el Metal por un compañero del liceo que me prestó el clásico Show no Mercy y algo de Judas Priest e Iron Maiden, de ahí para adelante fue ir descubriendo banda tras banda. Lo que más me sorprendió en ese tiempo eran las bandas como Morbid Angel, Bolt Thower, Entombed, Unleashed, Cannibal Corpse, Death , Obituary y un largo etc. El Death Metal se sentía extremo, intransigente, blasfemo, contestatario a diferencia del Thrash que estaba buscando aires de comercialidad y mutando a estilos más radiales o más progresivos. Las redes eran ir al centro de Concepción a mirar las vitrinas de un local de música extrema llamado Ecco Center (espero este bien escrito), recuerdo claramente que los vinilos eran carísimos y que por allá por el ‘90 llegaron los infames CDs que en ese tiempo venían con la caratula en caja de cartón y adentro estaba este formato digital que en ese tiempo nadie poseía (esto llevo a la quiebra al local). Afuera de este local se juntaban varios eruditos en el under penquista, como Peter (Cancerbero), Victor Bravo (Blessing zine) y una gran cantidad de enfermos adictos al sonido oscuro (de vez en cuando me integraba), pero la verdad siempre fui más arisco y no me gustaba mucho el andar en grandes grupos.
También tengo algunos primos en Maipú y con ellos vía carta cambiábamos demos y cassettes mal grabados. En una de esas vueltas me encontré contigo y se abrieron varias puertas de diversos estilos. Claramente recuerdo que del Death Metal derivé al Doom Death y el Doom Metal y que varias bandas las conseguí, en ese tiempo con Violence, ahora Grinder. Aparte de lo que era Las Palmas y todo ese círculo (Mario Bustos, Lonewolf, etc).
Háblame brevemente de los primeros pasos que diste como músico. Entiendo que antes de formar Thy Serpent’s Cult, estuviste en otras bandas. Al menos intentaste. Recuerdo a Totten Korps como una de ellas.
Primeros pasos como anti músico (jajajaja) en el ‘92 junto a vecinos del barrio Cruz del Sur de Talcahuano. Formamos una banda Death Metal llamada Artcheshir que tenía una temática entre Drácula y el medio ambiente (rara mezcla, jajajaj).De ahí al ‘96 me integré a una banda que hacia covers de Paradise Lost y la cual traté de derivar a una banda de temas propios Doom death, pero a poco andar la cosa se terminó. El ‘98 volví al Death Metal con Ethereal que luego mutó en Hatred . El 2001 me radiqué por trabajo en Stgo y me alejé de las bandas hasta que el 2007 que me integré a una banda de Quilicura, entre medio me intenté ganar el puesto con Totten, pero no di buenos resultados, por diversos motivos. El 2008 apareció acá en Stgo JC, con el cual habíamos tocado en Hatred y él me propuso formar una banda (él se radicó acá y se había alejado de Soulburner), de ahí empezamos con Thy Serpent’s Cult y el resto es historia conocida.
¿Qué te motivó a formar tu propia banda? ¿Qué ha sido lo más difícil de lograr, ya sea alineación, registros o estilo propio?
Creo que lo que más me motivó a seguir hasta el final con TSC es la garra y empeño de JC y las ansias de dejar grabado al menos un LP luego de casi 20 años intentándolo (solo había registrado un demo con Ethereal que nunca vio la luz y un par de rehearsal con las otras bandas, que tampoco fueron distribuidas con nadie).
Lo más difícil de lograr es justamente tener una alineación estable, comprometida y jugada por TSC. Cada vez que se aleja un miembro es empezar de cero y cada vez JC compone temas con estructuras más complejas, por lo cual cuando llega el reemplazo debemos esperar meses hasta que estamos en condiciones de tocar nuevamente. Nos pasó con un guitarrista que perdimos un año de tiempo esperándolo para que de un día para otro anunciara que no seguía y al mes lo vimos incorporado a otra banda (nadie sabe para quién trabaja).Luego de la nada apareció Feña (ahora conocido como Draco) y se incorporó dándole un aire distinto a la banda. Hace poco cambiamos el bajista y han sido al menos 3 meses de espera para volver a escena.
Creciste escuchando Death Metal desde que este género se afirmó a fines de los ochenta. Sabemos que en los noventa este sonido tuvo una etapa más débil debido al auge del Black Metal. Cuéntanos ¿por qué TSC decide enfocar su aura y sonido a una década que para muchos no es la mejor para este sonido?
Yo no concuerdo mucho con que los ‘90 el Death Metal se debilitó por el Black Metal, creo y aseguro que durante esa década aparecieron los mejores discos del estilo. Solo por nombrar algunos, Once Upon The Cross, Blessed Are The Sick, Covenant, Cause of Death, Butchered At Birth, Clandestine, Shadows in the Deep, etc. En lo que sí concuerdo es que varias de estas bandas perdieron el norte y se desgastaron con el paso de los años y el recambio no llegó del mismo estilo, sino que de la mano del Black Metal, que a mi gusto se manoseó más y que terminó por reventar.
Independiente de lo anterior, el estilo ha seguido estando presente y muchas bandas que se habían muerto han vuelto a la vida, no sé si por moda o por ganas, pero el estilo sigue presente.
Dicho lo anterior, creo que TSC no enfoca su aura al pasado, al contrario la enfocamos al presente y futuro porque para nosotros no existe “old” ni “new”, solo existe Metal y sin apellidos. Si las ganas están, TSC estará hasta que no podamos más.
Concepción es conocido por varios personajes claves en el Underground. Sabemos que te radicaste en Santiago. ¿Cómo es tu relación ahora con la escena de allá? ¿A qué bandas podrías mencionar como referentes de esa escena? Entiendo además que otros integrantes de tu banda también pertenecen a esa zona del sur de Chile. Danos detalles.
JC, Draco y yo somos de la zona de Concepción. Los tres radicados hace años en Stgo. Sobre los personajes claves y referentes claramente está el “Pelao” Peter de Cancerbero, pero como dije más arriba no estamos inmersos en la nostalgia y el pasado como a muchos les gusta idolatrar en este presente. En Concepción y alrededores existen muchas bandas longevas, pero es bueno destacar que ha comenzado una aparición de bandas con integrantes de 20 años promedio y que cultivan metal extremo como Mortify, Serpent Throne, Expiation y muchas más.
Tras el primer disco editado por Australis, Infernal Wings of Damnation (2011) Uds., deciden dar un paso al costado y buscar una nueva casa discográfica que los apoye. Háblame un poco de este tema. Desde tu punto de vista, ¿cómo vez el aporte de los sellos a las bandas nacionales? Al mismo tiempo, cuéntame ¿cómo es que llegaron a los oídos de Ordo MCM. ¿Qué te motivó a darles el “vamos” con este nuevo trabajo?
No dimos un paso al costado, dimos un paso adelante. Australis tomó nuestro álbum completamente grabado y mezclado más nuestro arte en photoshop y mandó a hacer copias. En el camino se nos conversó de varias instancias de promoción, las cuales nunca supimos que se cumplieran. La verdad, la comunicación con Rodrigo se perdió y no por culpa nuestra, yo creo que él estaba más interesado en otras bandas y priorizó por ellas. Ahora si esto fue o no un aporte, claro que lo fue, el Infernal es un disco potente y que dio mucho que hablar y llego a varias partes donde ni pensábamos gracias a las copias que hizo Australis, pero no tuvimos apoyo para continuar, nunca se habló de hacer poleras, presentaciones en vivo, un segundo disco, etc. Los sellos la verdad poco apoyan y lo que uno espera es que al menos hagan la promoción debida y que te pongan en lugares donde debe estar el álbum que grabas. Ósea te endeudas en grabar, mezclar, ensayar, equipos, instrumentos y lo único que te llega son copias de CD para que más encima las vendamos nosotros mismos. Si esto no es por amor al metal, ¿qué es?
Este disco estaba pensado en ser auto producido, pero nos llegó un correo electrónico de un tal Matt Loki que resultó ser el hombre tras Ordo McM (la verdad no conocía el sello) y en este mail nos invitaba a formar filas en su sello y editar hasta 5 álbumes dependiendo de cómo se den las cosas. Nos envió un contrato, lo analizamos y dijimos, si este sello es de Europa y la opción de ir a tocar allá se acerca por integrar sus filas, era porque debíamos hacerlo.
Hablemos un poco de Sedition, Sorcery and Blasphemy. Primero, me gusta el nombre, refleja lo que está pasando hoy en día en nuestra realidad. ¿Hay algún trasfondo o mensaje en particular con ese nombre? ¿A dónde apuntan las letras de la banda?
SSB es un concepto bien acuñado por mí, me gusta la idea de la sedición, me gusta la hechicería y como no soy cristiano supongo que soy blasfemo. Con esto en mente surgió hace varios años esta frase que además se relaciona con las religiones por ser los cargos por los cuales habrían condenado a cierto personaje a morir crucificado a eso súmale lo que significa Jerusalén, que es una tierra de odio y sangre en donde caen bombas todos días. Era un concepto fértil para el Death Metal combinado con el significado que cada uno le da además a la frase, en el fondo da para mucho y es abierto.
Las letras de este Lp siguen una temática anti religión, hechicería y blasfemia, pero como si estuvieras frente a una película de terror. Los acontecimientos son relatados en tercera persona y no pretendemos dar mensajes ni crear conceptos, solo le damos leña al fuego y alimentamos nuestra sed de Metal.
Lee la entrevista completa en nuestro número impreso de Grinder Magazine.
Contacta a TSC en: thyserpentscult