Tras seis años de espera, UNDERTAKER OF THE DAMNED regresa con una nueva obra llena de maldiciones y sinfonías de Black Metal crudo e intenso que los posicionará dentro de Chile seguramente como uno de los actos más interesantes que provienen desde regiones.

Saludando desde la asoleada ciudad de La Serena, este quinteto ha sabido mantenerse firme y fuerte ante las tendencias que han pasado a lo largo de su existencia. A pesar de tener orígenes en el Death Metal, no fue sino con la edición de The Falling Of The Parody Of Misery (2005) que esta agrupación se sintió más cómoda y atraída por los sonidos lúgubres y el lado oscuro del "Metal Negro". Desde entonces, esta ha sido su moneda de cambio y el lenguaje con el que se han comunicado con sus seguidores y sobre todo, en el escenario que es donde más se sienten cómodos.

Lords Of The Extreme Mockery fue grabado por Pablo Clares (MAGNANIMVS, ATOMIC AGGRESSOR y nuevamente en las filas de TOTTEN KORPS) en los estudios DM6 y reúne las características necesarias como para aplastar a los gusanos que no pertenecen a esta congregación de adoradores de la muerte.

Sus ocho cortes recorren los senderos de varios tipos de influencias que hacen del sonido de este trabajo un verdadero festín de sangre y tripas.

Su Black Metal se resume y conjuga de un modo piadoso y vengativo. La velocidad de Arkmar en su destructiva batería, junto a las afiladas guitarras de Sorcered y Damned Court, se complementan perfectamente en armonías y venenosos poemas exclamados por Hell. Este último, ha sido el principal demonio a cargo de esta agrupación que ha estado activa desde el año 1991, cuando la escena chilena estaba sufriendo su primera mutación hacia el reino del Death Metal.

Para quienes siguen a bandas como MARDUK, que ocupan un grueso arsenal de sonidos, o para aquellos dementes adictos a sonidos Grind/Gore, en donde Hell se encarga de recordarnos que tiene su banda paralela llamada TRIQUINOSIS, el sonido que ejecuta esta blasfema banda nortina, no es más que el sinónimo del actual estado de salud en que se encuentra la escena nacional. O sea, un nivel acorde a lo que está pasando internacionalmente, con producciones de buen nivel tanto musical como creativamente hablando.

Este es un álbum enteramente para quienes siguen el Black Metal contemporáneo. Es bullicioso, extremo, destructivo, lleno de fuego y pirotecnia. No esperen baladas, ni mucho menos coros armoniosos.

No cabe duda que su bandera flamea firme desde el norte, donde ellos mismos se han preocupado de mantener vivo al movimiento que rodea a la cuarta región, organizando conciertos y manteniendo el espíritu vivo del metal extremo.

Estoy seguro que UNDERTAKER OF THE DAMNED no se siente para nada creador de un sonido nuevo, ni mucho menos los inventores de la pólvora, pero podría asegurar que la vehemencia y credibilidad que entrega su música les da mis respetos por continuar a paso firme la guerra en contra de este apestoso mundo gobernado por el cristianismo.

[ Andrés Padilla ]