Una de las cosas buenas de ser comentarista musical (jamás digo crítico, ya que crítico tiene una connotación muy negativa) es que a uno le llegan cosas muy extrañas en términos musicales. Y en tiempos de cierta baja en términos de creatividad, esto es bienvenido. Enter The Dagobah Core, de UMBAH, es la última abominación que ha llegado a mis oídos y digo abominación en un sentido ampliamente congratulatorio. Un poco de historia. UMBAH es un proyecto del Reino Unido liderado por un tal Cal Scott que define su porpuesta como Dark Industrial Metal. Pero aquella etiqueta en realidad no nos dice nada. Hay tantas influencias en este disco que tratar de darle nombre al asunto es un ejercicio estéril. Una banda que hace recordar al mismo tiempo a los poperos BABYLON ZOO, a ULVER, THORNS, ARCTURUS, SIGUE SIGUE SPUTNIK, BEASTIE BOYS y a DAVID BOWIE es más que Dark Industrial Metal. Sumémosle a eso riffs filosos que le dan peso al disco, batería programada, cierta atmósfera Black Metal, y diveros tipos de voces, y todo revuelto como si fuera una gran ensalada, el resultado es extraño por decir lo menos. De hecho este disco fue hecho en casa y no en un estudio según cuenta la banda. ¿Podrán recrear esto en vivo? es la pregunta que uno se hace.
Evidentemente esta no es música para todo el mundo del metal y sólo es recomendable para los más aventureros y aquellos que no quieren ser limitados por las restricciones estilísticas que impone el metal. ¿Pero es bueno el disco? Miren, yo que he escuchado tanta huevada en mi vida y tanta banda intrascendente que no propone nada nuevo, estoy más proclive a aceptar propuestas como esta ya que mis oídos ansían nuevos sonidos. Quedarse pegado siempre en la misma huevada no es algo que me interese. Pero bueno, ese soy yo. Personalmente, esta propuesta me pareció sumamente interesante. Lo que más me agradó fue el hecho de no saber para dónde iba la banda. El disco parte de cierta manera y son tantos los giros y vueltas estilísticas que se da que es fácil marearse. Demasiadas cosas pasando al mismo tiempo dirán algunos. Y sí, es cierto. El disco podría marear a cualquiera. Pero quizás esa es la idea. Recalco que lo más interesante son los cientos de giros y vueltas que se da el disco. Artificial, frío, mecánico, sin alma quizás, desordenado, sí, pero al menos la banda está tratando de hacer algo novedoso y no repetir las mismas fórmulas de siempre. En ese sentido el álbum es todo un éxito. Los invito a escucharlo para que se armen de su propia opinión.
Tema parte es la carátula. ¡Increíble! La hizo J.L.Phlegeton, por si alguien quiere contratar sus servicios.
[ Carlos Ávalos ]
|