Luego de cuatro años de silencio Peter Tägtgren y compañía vuelven a las pistas con un trabajo sólido que debiera dejar a la mayoría de los fans satisfechos. Sin romper esquemas y sin variar para nada la propuesta usual, consistente en un avasallador y siempre poderoso Death Metal matizado con texturas melódicas, HYPOCRISY cumple con las expectativas de hasta el fan más exigente. Definitivamente se trata de un trabajo superior a los últimos discos y hasta podría estar en el podio de los vencedores allí con el disco homónimo y The Final Chapter. Por supuesto que A Taste Of Extreme Divinity no supera esas dos placas pero sin embargo el álbum tiene una atmósfera que las hace recordar inmediatamente. Así, podemos notar cierto grado de conservadurismo que podría ser considerado como la única debilidad del disco. De hecho la canción "The Quest", lenta y saturada con densas capas de sonido, suena a cosas que ya habíamos escuchado en The Fourth Dimension, por dar un caso. Es la típica canción lenta de HYPOCRISY, llena de pesadumbre y desasosiego existencial, o al menos dando la impresión que eso quisiera evocar. Y está también la típica canción rápida y que también recuerda a cosas previamente hechas. Desde luego, Tägtgren apostó a lo seguro, dándole a los fans más de lo mismo. Ahora bien, con once discos oficiales de estudio no se le puede pedir más a la banda. HYPOCRISY ya cumplió en el pasado con discos magníficos que no tienen parangón y A Taste..., en ese sentido, se convierte en un excelente álbum que engrosa la extensa discografía de la banda pero que no revela nuevos paradigmas.

Mención aparte merece el arte de la carátula, hecho por Necrolord, famoso por sus trabajos con DISSECTION, AT THE GATES y EMPEROR.

Este review fue hecho escuchando el disco en su versión original en CD y no en formato Mp3. Un disco como este, grabado como ustedes saben que Tägtgren graba sus discos, pierde mucho de su impacto y se siente plano y sin vida en Mp3.

[ Carlos Ávalos ]