La última placa de AMMIT no es más que otro rabioso ladrido de verdadera catarsis colectiva. Para quienes siguen este proyecto, les advierto de inmediato que su hambre y sed será saciada con plenitud. No hay más que un oscuro y crudo sonido que sin duda dejará satisfecho a los más exigentes. Quienes buscan esta estética más simple, sucia y perversa, no lo duden más y sigan sus impulsos con tal de conseguir este artilugio.
Siempre bajo el concepto de un sonido sucio, podrido y áspero, Count Czar Yang, vocalista y creador intelectual de este quinteto, ha sabido como expresar sus emociones y visiones al mando del teclado. Conjurando verdaderos rituales, sus invocaciones se ven plasmadas en un efectivo Black Metal inspirado en sonidos ochenteros, esos que vieron el rostro del undergronud en su mejor faceta. La influencia Thrash Metal no se deja olvidar y constantemente bajo estridentes riffs, la mezcla de sonidos se hace efectiva, quedando sumamente bien plasmada.
La intención de estas alcoholizadas grabaciones es simplemente capturar la magia del momento y evitar toda "sobre producción" que pueda echar a perder la mística de una grabación capturada de esta manera.
En esta quinta obra de larga duración, AMMIT se limita nada más que a masacrarnos con sus látigos transformados en trece ofrendas de mórbidos y nocivos sonidos. Está claro que la influencia que ejerce la música clásica, su dulzura y pureza se convierten al mismo tiempo en un instrumento e influencia interesante para mezclarla en el vomitivo aura del underground. Como el mismo líder confiesa, su música es creada a raíz de sus creaciones en teclado, y no al revés. Esto hace que haya una diferencia determinante en el resultado final.
"El satanismo es real" se escucha en un track. La voz del predicador vociferando su miedo y paranoia es perfecta. La iglesia católica es la peste que debemos eliminar, extinguir de este planeta. Y estos verdaderos fierrazos al hueso expuesto, seguramente están pavimentando ese camino que llevará finalmente a la extinción de la era cristiana.
AMMIT, una toxina de locura, alcohol y distorsión.
[ Andrés Padilla ]
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