SOULFLY EN CHILE
Martes 28 de Febrero 2012
Club 334
Texto por Oscar Pacheco / Fotos por Marco Veloz
¡Volviendo a la Primitivo!
Bien dispar resulta ser la historia de Max Cavalera en sus cinco pasos por Chile, la primera vez que el brasilero pisó nuestras tierras fue en el lejano 1994 junto a SEPULTURA, ocasión en la cuál la banda que por esos días promocionaba el Chaos A.D. logró hacer dos fechas en un recinto que hoy cuesta bastante llenarlo como es el Teatro Caupolicán, tres años más tarde y poco antes de que la historia separa hasta el día de hoy el nombre de Max y el de su banda, SEPULTURA nuevamente llenaba el recinto de calle San Diego. Tuvieron que pasar nueve largos años para que el genio, tal vez el letrista y símbolo máximo de esta parte del mundo en cuanto a Metal volviera a visitarnos esta vez de la mano de SOULFLY en un recital que en un principio estaba fijado para el Estadio Chile (actual Víctor Jara), pero que por baja venta de tickets fue llevado a una discoteque en la Gran Avenida, en la populosa comuna de San Miguel. En Octubre del año 2010 Max esta vez de la mano de su hermano Iggor nos sacudía la cabeza en un recital de bandas mainstream en el cuál CAVALERA CONSPIRACY sacó la cara por el Metal ante cerca de treinta mil personas. Bien, después de repasar la historia de Max Cavalera por Chile, el resultado de lo que sería una nueva visita de SOULFLY era un verdadero dilema, por lo visto la productora a cargo tenía la confianza de poder hacer algo positivo en números fijando el recital en el Caupolicán, no obstante un día antes de la segunda visita de SOULFLY a Chile, los encargados de traer a la banda anunciaban el cambio al Club 334 (supuestamente por baja venta de entradas), que no siendo un buen lugar para recitales claramente si no se había vendido lo esperado a medio llenar como fue el reciente recital de DYING FETUS el lugar no es tan malo, de hecho DF sonó decente, ahora bien, al entrar al lugar nos encontramos con la sorpresa de que el local estaba atestado convirtiendo el vilipendiado 334 en un horno, ahora se podrán imaginar que sucedió a la hora que la banda empezó a entonar los primeros acordes de "Rise Of The Fallen"; un sauna, el piso, los asistentes, las paredes, el techo y el escenario todo mojado o a lo menos húmedo... ahondar en detalles se haría muy tedioso, vamos al escenario. Claramente los más viejos iban por escuchar los clásicos de SEPULTURA, esto a algunos más jóvenes les produce cierta molestia, claro lo que ellos conocen es a SOULFLY y no la historia y tal vez ni siquiera saben lo que representa Max para los Metaleros de esta parte del globo, por lo mismo nunca nos pondremos de acuerdo si es positivo o no que Cavalera aún no se desentienda de su pasado por SEPULTURA, lo claro es que escuchar temas como "Refuse/Resist", "Territory", "Troops Of Doom", "Arise", "Dead Embryonic Cells", "Inner Self", "Attitude" y el archiconocido "Roots Bloody Roots" interpretadas por su creador, por lo menos para mi no tiene precio, de hecho si alguna vez tocan el "Antichrist" (Bestial Devastation) como aquella gloriosa noche de 1994, tengan por seguro que quién escribe estas letras quedará con cuello ortopédico de por vida. En lo que respecta a los temas de SOULFLY, la verdad es que eché de menos cortes más pesados y que provienen precisamente de sus últimos discos. Notoriamente la historia de SOULFLY esta partida de dos; antes del Dark Ages y después, claramente la segunda parte es mejor y cortes como "Frontlines" o "Babylon" se extrañaron, por otro lado creo que insistir con temas tan saltarines como los del disco 3 (a mi gusto el disco más mediocre que alguna vez haya hecho Mr. Cavalera) no tiene sentido, pero por lo visto esto cambiará de hecho los adelantos del disco que pronto estrenará SOULFLY nos da indicaciones que Cavalera esta más cercano a volver a una raíz más primitiva del Metal que a seguir haciendo discos para niños con gorritos para atrás y pantalones a mitad de raja tal como ha dado muestras en sus discos con CAVALERA CONSPIRACY.
El calor, el sonido que no fue el ideal, el lugar (qué tiene pésimas vías de evacuación, si llegase a haber un incendio seguramente hablaríamos de una tragedia de marca mayor) y la escoba que quedó afuera pasaron a segundo plano para los fanáticos de la Max y Cía. que no tuvieron excusas para basilar cada uno de los temas del repertorio a excepción de "Revengeance" (tema nuevo en el cuál Max se hizo acompañar de su familia). Tal como me dijo una fanática a la salida "Indigno, malo, inseguro el lugar, pero si Max toca acá nuevamente, acá estaré" y es que tampoco tenemos mucho que alegar, simplemente no tenemos más, cada vez se siguen cerrando puertas para recitales de este tipo y las alternativas son o cancelar o no traer bandas o tocar en lugares no aptos como es el caso de este local ubicado en calle San Diego. El Club 334 no hace más que reflejar la triste realidad de un medio amateur como el nuestro.
[ Oscar Pacheco ]
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